Dan Kolov

Dan Kolov es uno de los deportistas búlgaros más notable de todos los tiempos. Si hace 20 años Hristo Stoichkov era el personaje gracias al cual ja gente de todo el mundo nombraba con respeto a Bulgaria, hace 80 años este nombre era Dan Kolov.

Doncho Kolev Danev es el quinto hijo en la familia de Yana Zhivkova y Kolio Danev. Nació en el pueblo Sennik, cerca de Sevlievo, el 26 de diciembre de 1892. Cuando tenía 4 años falleció su padre. La familia sufrió penurias económicas y a los 12 años se vio obligado a emigrar a Hungría. En el año 1909 el destino lo llevó aún más lejos: América del Norte.

Los primeros años de su vida en Estados Unidos fueron difíciles, tuvo varios trabajos, entre ellos estibador en el puerto, siempre trabajos pesados.

Una casualidad orientó al joven hacia el deporte. Como parte de un espectáculo de circo, afrontó el desafío público de enfrentan a un luchador profesional de nombre Jeff Lowrance Doncho salió a la arena y lo venció. Este triunfo fue la garantía de que su lucha era del más alto nivel. Durante algunos años peleó en luchas que se organizaban entre los trabajadores hasta que en el año 1917 firmó si primer contrato como profesional.

A el principio del siglo pasado la lucha libre en América se llamaba ‘kech’, una disciplina muy arriesgada donde casi ni había limitaciones. Algunas veces las luchas tenían final letal.  En este deporte se demuestra el límite de las posibilidades humanas. El búlgaro participó en más de 1500 enfrentamientos (extraoficialmente son más de 2000) y perdió muy pocos, menos de 10. Esta performance aumentó su fama y sus recursos, la prensa comenzó a llamarlo King Kong, el rey del kech o el rey de los Balcanes.

Hasta el día de hoy mucha gente considera Dan Kolov el luchador más grande de todos los tiempos, una leyenda de los deportes marciales. Una de sus levas “avión”, se convierte en marca registrada del luchador. Consiste en lo siguiente: levanta al adversario por las piernas, le da vuelta arriba de la cabeza y lo tira al piso. Con ello Dan Kolov anotó varias victorias. 

DAN KOLOV
Dan Kolov, en una nota dirigida a un amigo

Las victorias en EE. UU. son premisas para la primera gira internacional. En el año 1924 Dan Kolov viajó a Japón donde se enfrentó al favorito local Jicky Higen, llamado “el ahorcador”. El apodo se debe a su leva: ahorcar al adversario con las piernas. Los japoneses no pudieron asumir la pérdida de su ídolo y Dan Kolov sufrió un atentado, del que salió ileso y juró no volver nunca más a la isla.

El rey del kech siguió su recorrido por el mundo para enfrentarse a los mejores luchadores de la época. Participó en torneos en Brasil, Argentina, China, Sudáfrica, Kenia, Australia, Nueva Zelanda…

Es particularmente difícil luchar contra los deportistas asiáticos, su estilo es totalmente distinto al que se conoce en Occidente. Sin embargo, Van Fu se convirtió en su “víctima” de turno. El chino era conocido en su país como “El genio de la lucha”, pero esto no alcanzó y la victoria fue para el búlgaro.

Dan Kolov adquirió fama mundial y estaba listo para subir al podio mundial más alto.  Ahí se encontraba el norteamericano Jim Londos.  Los dos se enfrentan en duelo una vez en el año 1925 y el búlgaro sufrió una de las pocas derrotas de su carrera.

El campeón nunca más juntó coraje para enfrentar a Dan Kolov. Esto dejó al famoso Kolov solo con el título de Campeón Europeo.  Obtuvo este título en el gran torneo de kech en Paris en el año 1936. Ahí venció uno tras otro a todos sus adversarios, al final a Anri Deglan, “El hombre de los miles levas”. El búlgaro obtuvo el título de “Campeón de Europa” y el cinturón de diamante. En el mundo de la lucha profesional Dan Kolov goza de respeto  dentro de sus adversarios.

Durante toda su carrera Dan Kolov recibió propuestas para adquirir la ciudadanía norteamericana, pero él siguió y murió como un búlgaro orgulloso con las palabras: “Me siento fuerte porque soy búlgaro “.

El 10 de abril de 1935, un lunes, por primera vez después de 3º años Doncho ahora Dan Kolov, pisó su tierra natal. Como en la estación de trenes en Sofía, así también en su pueblo natal Sennik fue recibido como un héroe nacional.

“Me fui caminando, volveré caminando”; con estas palabras negó el faetón (carruaje) que le ofrecieron para llegar a su pueblo.

La carrera deportiva lo convirtió en millonario y esto le permitió abrir su gran corazón y generosidad. Sin elección meticulosa el repartió toda su fortuna entre amigos, paisanos, estudiantes y el Estado. La única condición fue que la causa sea netamente búlgara.

En el año 1933 en el foco de toda Europa estaban tres búlgaros. En una de las víctimas de la propaganda nacionalista se convirtió Gueorgui Dimitrov, acusado en el proceso de Leipzig. Dan Kolov no quedó ajeno al hecho: “Yo no soy comunista, pero yo soy búlgaro y no puedo estar tranquilo cuando la vida de otro búlgaro Gueorgui Dimitrov corre peligro. Entrego 2000 dólares y mis honorarios de la pelea contra el inglés King Kardis.

DAN KOLOV, CON SU MADRE
Dan Kolov, con su madre

Parece imposible una posición que no presta atención de las creencias políticas. El luchador donó 500 000 levas de su patrimonio personal al rey Boris III para la compra de un avión que tenía que atender el correo. Junto con su amigo Hari Stoev ayudó a la construcción del aeropuerto militar en Gorna Oryajovitza. Después del fallecimiento de otra leyenda de la lucha, Nikola Petrov, donó fondos a su familia que sufría necesidades. Todos sus honorarios de la victoria a Charly Santen los donó a los estudiantes búlgaros.

En el año 1936, en Sofia, Kolov creó el primer centro de lucha que lleva su nombre. También cumplió el deseo del publicó búlgaro de ver a su ídolo.

Peleó en distintas ciudades de su patria y siempre salió vencedor. La última pelea fue en Sofia, en el año 1939, contra Al Pereyra. Dan Kolov estaba enfermo de tuberculosis que, en aquella época, no tenía cura. Aun así, logró doblegar a su adversario. En el año 1940 falleció en su pueblo natal y está sepultado ahí con la cara mirando hacia los Balcanes: un coloso enfrenta a otro coloso.