Turismo de invierno
Últimamente los centros del turismo de invierno en Bulgaria se consagran entre los más elegidos por los turistas y calificadas entre los mejores en Europa por distintas agencias.
Las montañas ocupan 30 por ciento del territorio del país. El relieve es muy variado -hay montañas altas, medianas-. La Cordillera de los Balcanes, el macizo de Rila (sexta montaña en Europa por su altura), Pirin y los Rodopes.
Las altas crestas, la influencia del mediterráneo y de las estepas de Rusia hacen que caiga abundante nieve y se mantenga durante meses.
Alrededor de 130 días – de diciembre hasta abril – dura la temporada de esquí. Más de 210 kilómetros de pistas esperan cada año a los amantes de los deportes de invierno. Empiezan desde una altura de 2600 metros para bajar a 1630 metros sobre el nivel del mar.
En todos los centros de esquí hay instalaciones de teleféricos, telesillas y telesquíes y los grandes están equipados con instalación de nieve artificial que garantiza siempre tener buena capa de nieve.
En Bulgaria se celebran varias competencias no solo nacionales, sino también internacionales. Esto se debe a la buena infraestructura para de las instalaciones, de transporte y sobre todo de posibilidades de alojamiento. Hay hoteles de 4 – 5 estrellas, Apart hoteles, chalés, casas, cabañas y un tipo de alojamiento que es boom últimamente.
Las montañas búlgaras guardan como tesoro pueblos enteros de casas donde el tiempo ha quedado en el pasado. En las apariencias, porque adentro cuentan con todas las comodidades de la vida moderna. Por naturaleza los dueños son muy hospitalarios y los visitantes vuelvan una y otra vez a la misma casa. Se puede apreciar la auténtica comida casera del lugar.
Comida típica ofrecen también los numerosos restoranes y tabernas. Las montañas no son solo deporte.
Se conservan decenas de monasterios de algunos de cientos de años donde se palpita la fe cristiana del pueblo búlgaro.
También se puedan visitar monumentos arquitectónicos de la naturaleza, restos de la época de tracios y romanos, de fortalezas de murallas búlgaras cuando el estado búlgaro era uno de los más grandes e importantes en Europa.
Pero sin lugar de dudas lo más atractivo son las aguas termales. En Bulgaria están por todos lados. Los centros de esquí no se excluyen. Muchos hoteles tienen piscinas cubiertas con aguas termales. Que mejor que nadar ahí después de pasar el día esquiando, caminando o simplemente jugando con la nieve.
Los centros de SPA ofrecen tratamientos clásicos y exóticos que aumentan aún más el placer de la estadía en Bulgaria.