Khan Krum
Desde su ascensión al trono búlgaro en el año 803, el Khan Krum demuestra a sus poderosos vecinos, ser un soberano que deben respetar.
Aprovechándose de la victoria de Carlomagno sobre los ávaros, el khan búlgaro asesta un golpe terrible al vigoroso en otros tiempos reino ávaro. Por aquel entonces, dentro de los confines del Estado búlgaro entran vastos territorios, desde el río Tisa al oeste, hasta el Dniester al este.
Así es como se levanta una barrera contra la penetración del Imperio Franco por el sureste a la vez que a Bizancio se le ha dado a entender que el nuevo khan es digno sucesor de Asparuj.
En las horas de paz relativa el khan se dedica a los problemas internos del Estado Búlgaro y, con mano firme va apartando todo lo que amenaza el tranquilo desarrollo del país. Primeramente, liquida las manos y la lengua del espionaje bizantino, no solo en la corte y en la capital sino en todo el país. En base a la igualdad de derechos y obligaciones entre las tribus protobúlgaros y eslavas, el khan logra consolidar su unidad mediante un fuerte poder central y una renovada legislación. Según la inscripción de Jambarlí, el Khan crea en Tracia regiones administrativas para las cuales nombra administradores y estrategas por opción propia con la tarea de plasmar fidedignamente su política interna y externa. De este modo elimina la autonomía de los príncipes tribales locales. Estadista sabio y perspicaz, el Khan Krum reemplaza la jurisdicción habitual del país con un crudo sistema jurídico unitario, y no por eso, menos justo. La famosa legislación de Krum persigue la embriaguez, la calumnia, el robo, la mentira y otros crímenes que minan los fundamentos del estado. La tendencia moral de esta legislación repercute lejos tras las fronteras del Estado Búlgaro de aquella época. Viene mencionada en los Ensayos de Montaigne encontrando interpretación artística en la obra de Shakespeare, La Tempestad.
Para preservar su estado y lograr la materialización de su idea principal en la esfera de la política exterior (la unificación de los eslavos y la eliminación del peligro de asimilación bizantina) el Khan Krum crea, un moderno y fuerte, para ese tiempo, ejército que no deja de asombrar a sus enemigos con la diversidad de su técnica de combate: torres de sitio, arietes, escorpiones, escaleras de asalto, etc. tras el triunfo sobre los ávaros, Krum garantiza su retaguardia y está en condiciones de dirigir su atención hacia Bizancio. Dirige su primer golpe contra Sérdica (la actual Sofia), ciudad de suma importancia estratégica en toda la Península Balcánica.
En el año 809 se produce la toma de la ciudad de la cual una vez Constantino El Grande había dicho: “Sérdica es Roma”.
Bizancio no tardó en izar los pabellones de guerra enviando contra el Estado Búlgaro sus legiones de acerro. Así es como tiene inicio la lucha de vida y muerte entre el gran Imperio Oriental y el joven Estado Búlgaro.
A principios de julio del año 811, el emperador bizantino Nicéforo I, apoyado por una fuerza militar numéricamente superior toma la ciudad de Pliska a la vez que sus tropas se dedican al despiadado saqueo y pillaje de la capital búlgara, abandonada por los guerreros de Krum. La campaña del emperador, sin embargo, remueve la ira del pueblo. Krum no tarda en organizar a toda la población dispuesta a ofrecer resistencia.
En los días 25 y 26 de julio, Krum tiende una emboscada en las áreas del Paso Varbitza. Protegidas por la oscuridad de la noche, las tropas búlgaras cercan al ejército bizantino, procediendo al ataque durante el amanecer. En el degüello cae el propio emperador.
Según la leyenda, al percatarse de la situación en la que había caído, grita con desesperación: “¡Ni creciéndonos alas nos salvaríamos de la muerte!”. Un año más tarde, después de vanos intentos de lograr un tratado de paz con Bizancio, Krum emprende una campaña hacia el sur donde toma la fortaleza bizantina fronteriza Debelt y el fuerte Mesembria en el litoral del Mar Negro, de suma importancia para el imperio. En el año 813 de nuevo está en guerra. Esta vez contra los emperadores bizantinos Miguel I y León V que logra derrotar, verificando la toma de Andrianópolis. En su campaña contra Bizancio llega hasta las murallas de Constantinopla, sitiándola sin éxito.
Al año siguiente prepara y da inicio a una nueva y decisiva campaña contra la capital bizantina. Desafortunadamente, en el fervor de los preparativos, el gran caudillo militar, estratega y estadista Khan Krum muere inesperadamente el día 13 de abril del año 814.